Moscú, 28 de febrero de 1890.
Recibí los libros y el atlas de Kruzenshtern. Le envío la reverencia y la gratitud, y a su biblioteca dígale que le debo la vida hasta la tumba. Mañana le enviaré a través de la tienda: 1) El índice de La antigüedad rusa, 2) Visheslávziev, 3) El heraldo de Europa de 1872, VIII, y 4) 3 tomos de la Antología marina (1858, XII, 1859, II, y 1859, X), que dígnese dar al estimado Vasílii para su entrega al pobre Konstantín Fiódorovich1. El 2do tomo de Kruzenshtern ya se lo envié a usted, y el atlas se lo mandaré al instante que saque las copias.
Con los libros lo voy a fastidiar hasta mi propia partida. Y ahora le adjunto la lista de las revistas que necesito. Crea, su excelencia, que yo ya fui castigado lo suficiente por la molestia: por la lectura de los libros enviados por usted me salieron cucarachas en el cerebro. Es un trabajo tan minucioso, anatémico que, al parecer, moriré de angustia antes de llegar a Sajalín2.
Mañana es primavera, y dentro de 10-15 días llegan volando las alondras. ¡Pero ay! -la incipiente primavera me parece ajena, ya que me iré de ésta.
En Sajalín hay un pescado muy rico, pero bebidas alcohólicas no hay.
Ahora es indudable que la pieza de Máslov irá3. ¿Significa, que usted vendrá a principios de abril a los ensayos? Usted lo prometió.
¡Que lo guarden todos los santos!
Nuestros sres. geólogos, ictiólogos, zoólogos y demás son unas personas terriblemente incultas. Escriben en tal lenguaje tosco, que no sólo es aburrido leer, sino que incluso por momentos debes rehacer las frases, para entender. Pero en cambio una importancia y una seriedad a rabiar. En esencia, es una puercada.
1Konstantín Vinográdov, fiscal, conocido de Alexéi Suvórin.
2En su Del pasado lejano, María Chejova refiere: “Él empezó a prepararse para el viaje gradualmente. Leía libros sobre Sajalín, recojía materiales, e intentó aun en Moscú averiguar sobre Sajalín todo lo que pudiera servirle en lo adelante. Estudió el clima y la naturaleza de Siberia y Sajalín, los trabajos de los viajeros anteriores, los materiales estadísticos y otros” (cap. VII, pag. 88).
3El seductor sevillano se estrena en el Teatro Máli de Moscú el 9 de abril de 1890.
Imagen: Alexey Savrasov, The Rooks Have Come, 1871.
Con los libros lo voy a fastidiar hasta mi propia partida. Y ahora le adjunto la lista de las revistas que necesito. Crea, su excelencia, que yo ya fui castigado lo suficiente por la molestia: por la lectura de los libros enviados por usted me salieron cucarachas en el cerebro. Es un trabajo tan minucioso, anatémico que, al parecer, moriré de angustia antes de llegar a Sajalín2.
Mañana es primavera, y dentro de 10-15 días llegan volando las alondras. ¡Pero ay! -la incipiente primavera me parece ajena, ya que me iré de ésta.
En Sajalín hay un pescado muy rico, pero bebidas alcohólicas no hay.
Ahora es indudable que la pieza de Máslov irá3. ¿Significa, que usted vendrá a principios de abril a los ensayos? Usted lo prometió.
¡Que lo guarden todos los santos!
Suyo, A. Chejov.
Nuestros sres. geólogos, ictiólogos, zoólogos y demás son unas personas terriblemente incultas. Escriben en tal lenguaje tosco, que no sólo es aburrido leer, sino que incluso por momentos debes rehacer las frases, para entender. Pero en cambio una importancia y una seriedad a rabiar. En esencia, es una puercada.
1Konstantín Vinográdov, fiscal, conocido de Alexéi Suvórin.
2En su Del pasado lejano, María Chejova refiere: “Él empezó a prepararse para el viaje gradualmente. Leía libros sobre Sajalín, recojía materiales, e intentó aun en Moscú averiguar sobre Sajalín todo lo que pudiera servirle en lo adelante. Estudió el clima y la naturaleza de Siberia y Sajalín, los trabajos de los viajeros anteriores, los materiales estadísticos y otros” (cap. VII, pag. 88).
3El seductor sevillano se estrena en el Teatro Máli de Moscú el 9 de abril de 1890.
Imagen: Alexey Savrasov, The Rooks Have Come, 1871.