martes, 27 de noviembre de 2007

La mujer desde el punto de vista del borracho


La mujer es un producto embriagador, al que hasta ahora no adivinaron imponerle una recaudación de accisas. En caso, por si alguna vez adivinan, propongo un presupuesto de la fortaleza del producto mencionado en los distintos periodos de su existencia, tomando como fundamento no la cantidad de grados, sino su comparación con bebidas más o menos conocidas:

La mujer hasta los 16 años –agua destilada.
A los 16 años –agua de fruta Láninskaya.
De 17 a 20 –chablis chateau d’iquem.
De 20 a 23 –tokai.
De 23 a 26 –champagne.
26 y 27 años –madera y jerez.
De 28 –cognac con limón.
29
30 licores
31
32
De 32 a 35 –cerveza de la fábrica Viena.
De 35 a 40 –kvas.
De 40 a 100 años –aceite de fusel.

Si como unidad de medida tomar no la edad, sino la posición familiar, pues:

Esposa –agua de seltz.
Suegra –pepino en salmuera.
Encantadora desconocida –una copita de vodka antes del desayuno.
Viudita de 23 a 28 años –muscat-lunelle y marsalla.
Viudita de 28 y más –porter.
Vieja doncella –limón sin cognac.
Novia –agua de rosas.
Tía –vinagre.

Todas las mujeres tomadas juntas -el agriado, azucarado, coloreado con minio y muy diluido vino kajetiano de los hermanos Eliséev.

Título original: Zhenschina s tochki zrenia pianitzi, publicado por primera vez en la revista Budilnik, 1885, Nº 17, con la firma: “El hermano de mi hermano”.
Imagen: Constantin Korovin, Young Woman on the Threshold.