domingo, 25 de noviembre de 2007

El discurso del ministro


El discurso con que el sr. ministro de ilustración popular se dirigió el 23 de enero a los estudiantes de la Universidad moscovita, produce una impresión placentera y refrescante. Cuando día tras día nos hablan sólo del espíritu práctico de la juventud, la asustan con su tendencia mercantil, frialdad, sequedad, carencia de ideología y por el estilo, cuando se pone de moda -seguro con arcadas ante la modernidad- representar en los relatos y las novelas un estudiante con uniforme y cucarda blanca, descarado, que dice sólo cosas triviales banales y sueña con rangos y ascensos en el servicio, cuando los padres y las madres, finalmente, se sofocan y espantan con ese lamento abatido que se dirige a la generación creciente, sientes júbilo y se te quita un peso del alma, cuando oyes toda una serie de confirmaciones ruidosas y de autoridad, acerca de que nuestros estudiantes se mostraron como personas generosas, sacrificadas, magnánimas y, además, modestas en grado sumo en la última epidemia de cólera, trabajando no por la gloria y el premio, sino por el sentido del deber. Los lectores ya saben que el soberano emperador se permitió las expresiones más solidarias sobre la actividad de la juventud. El sr. Ministro recuerda esto con júbilo otra vez. Habla de la declaración de S.Y. Vitte que, al recorrer muchos gobiernos durante el cólera, recibió de distintas partes informes de que los estudiantes-médicos tomaron sus obligaciones con extraordinario espíritu de sacrificio. En los muy sometidos recuentos de los gobernadores, la actividad de los estudiantes fue caracterizada de la forma más lisonjera. ¿Qué más, qué declaraciones se necesitan aún para enjugarle las lágrimas a esas ostras de gabinete que, observando a la juventud a través de su cascarón, ven sólo la cucarda blanca y oyen sólo conversaciones sobre rublos y rangos de consejero titular?

Título original: Riech ministra, publicado por primera vez en el periódico Novoe vremia, 1893, Nº 6075, sin firma.
Imagen: Valentin Serov, Portrait of Alexei Stakhovich, 1911.