sábado, 25 de diciembre de 2010

Chejov a Al.P. Chejov


Moscú, 21 de febrero de 1889.

¡Ilegal viviente e ilegal muriente1 hermano mío! Suvórin me prometió disculparse contigo, por que yo me escapé de Peter sin despedirme de ti. Si él no mantuvo la promesa, pues me disculpo yo mismo. El día de la partida corrí por Peter con la lengua afuera. No hubo ni un segundo libre. Me disculpo con la encantadora Natalia Alexándrovna2 y con los niños3, a los que bendigo paternal y zurro mentalmente.
La temporada terminó. Anda a donde Suvórin, pregúntale cómo se recibe el dinero de la dirección de teatros. Él te explicará. Recibida la explicación, anda a la dirección y solicita el dinero por Ivánov y El oso. Si no te lo dan o te engañan, pues di que te quejarás al síndico burgués, Vúkov. El dinero envíalo en traspaso por telégrafo, y la cuenta envíala por correo. De dinero recibirás cerca de mil. Deseo que te asfixies de envidia negra, o que te sientes a la mesa por envidia y escribas una pieza, que no sea difícil escribir. Tú necesitas escribir dos-tres piezas. Eso servirá para los niños. La pieza es la pensión.
En primavera voy a recoger dinero por todas partes, para en verano comprar una granja, un lugar donde la familia chejoviana se va a ejercitar en la cercanía familiar.
Toda la familia está saludable. Nikolai4 en ignorada ausencia. Iván5 como antes es un verdadero Iván.
Que estés saludable. Reverencio a todos.
Tuyo, A. Chejov.
1Alexánder Chejov, hermano mayor de Chejov, escritor, periodista, colaborador del periódico Tiempo nuevo, autor de memorias sobre Chejov.
2Natalia Chéjova (Golden de nacimiento), segunda esposa de Alexánder Chejov.
3Nikolai y Antón, hijos de Alexánder Chejov.
4Nikolai Chejov, hermano del escritor, pintor, padece de tuberculosis.
5Iván Chejov, hermano del escritor, pedagogo.

Imagen: Michael Brovkyn, Rusia mágica, XXI.

domingo, 7 de marzo de 2010

Chejov a S.N. Filíppov


Moscú, 18 de abril de 1890.

Bueno, gentil Serguéi Nikítovich, hasta pronto, yo desaparezco. Que esté saludable, próspero y escriba más espaciado, para que los redactores lean sus manuscritos.
No olvide al pecador de mí. Toda dádiva es un bien1, y toda línea leída en Sajalín es el canto de los ángeles en el desierto.
Le estrecho la mano fuertemente.
Suyo, A. Chejov.
1De "Toda buena dádiva y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación" (Epístola de Jacobo, 1:17).

Imagen: Alexander Matrehin, Rostov Velikiy. Western Fasade of the Kremlin, 1992.

Chejov a N.A. Léikin


Moscú, 31 de marzo de 1890.

¡Cristo resucitó, buenísimo Nikolai Alexándrovich! Lo felicito por la fiesta y tras hacer pascua. Le deseo salud, salvación, buen alcance en todo1, y lo principal: que la abundancia de bienes terrenales en su mesa festiva, no traiga consigo las consecuencias previstas por la medicina en la sección de las enfermedades gastro-intestinales. ¡Que el cielo guarde a sus visitantes!
Pronto me pondré en camino. Espero el deshielo del Káma. Nos veremos en diciembre, y por ahora le ruego no recordarme mal a mí, un pecador. Voy a escribirle rara vez con la esperanza, de que usted no me dejará sin sus cartas. En el destierro yo seré semejante al rico de Lázaro2, para el que un dedo alargado desde otro mundo sirve de placer, de las cartas pues no hay nada que decir. En Sajalín viviré no menos de dos meses. Puede imaginarse el aburrimiento que voy a experimentar por las noches. Mis direcciones sajalinas, japonesas, chinas e indias se las informaré y voy a informar en su tiempo.
¡Pero qué primavera! Ayer me dejé seducir y fui al Jardín Nieskúchnii3. Ya que todo febrero y marzo estuve sentado en casa sin salir, y no advertí el paso del invierno a la primavera, pues en el Nieskúchnii me pareció como si, desde un montón de nieve, hubiera caído directo en la isla de Tahití. El tiempo está excelente y, por desgracia, no hay lluvia. Temo que esta falta de lluvia primaveral desemboque en algo así, como un tifus abdominal.
Cuando en el suelo se producen todos los procesos de corrupción y demás, pues es importante, en el sentido sanitario, que los poros del suelo contaminado, que contiene en sí los gérmenes de la enfermedad, se llenen de agua y que, de esa forma, se obstruya de modo mecánico la trasmisión de esos gérmenes desde el aire atmosférico.
Me fue prometido que yo terminaría hacia abril con las cuentas de los Cuentos abigarrados4. Pero hasta ahora no he recibido ni las cuentas, ni las respuestas a mis cartas. Y yo contaba bastante con los Cuentos abigarrados, en el cálculo de mi viaje. Por lo menos, me será difícil salir antes de que regule mis relaciones financieras.
Dicen que Bilíbin5 recibió una comisión de servicio para el Cáucaso. ¿Es verdad acaso? Me alegro mucho.
Por ahora todo está favorable en Moscú. Los rumores de la azotaina general en Moscú son muy exagerados6.
Reverencio de modo profundo a Praskóvia Nikíforovna, Fedia y Spiridón Matvéevich.
Que esté saludable y próspero, y no nos olvide a los pecadores.
Suyo, A. Chejov.
1Palabras de la Longevidad, oficio religioso ortodoxo.
2
De la parábola del hombre rico y el pobre Lázaro. "Entonces exclamó: 'Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en el agua y refresque mi lengua, porque estas llamas me atormentan'" (Lucas: 16: 20-21).
3Jardín Nieskúchnii, parque citadino junto al río Moscú, en la antigua posesión del conde A.G. Orlóv-Chesmiénskii.
4Cuentos abigarrados, de Antón Chejov, 1ra edición, en venta en todo el país.
5Víctor Bilíbin (de seudónimo “I. Grek”), escritor humorista, secretario de la revista Retazos.
6Un informe de Las noticias rusas, del 22 de marzo de 1890, refiere: “En los últimos días, en la ciudad, corrieron rumores de modo insistente, sobre una violencia perturbadora ejercida en una de las comisarías de policía, contra el asistente del abogado de jurado A. A. K-vii y el sr. N-skii…”.

Imagen: Alexander Matrehin, The Pskovo-Pecherskiy Monastery, 2007.

sábado, 6 de marzo de 2010

Chejov a R.R. Gólik


Moscú, 31 de marzo de 1890.

¡Cristo resucitó, gentil Román Románovich!
Te felicito a ti y a todos los tuyos por la fiesta, y te deseo dicha de alma. Que estés siempre contento y saludable, más rico y tengas más buenos amigos, y que eludan tu apartamento las difterias, las escarlatinas, que ya te hicieron no poca mala sangre.
En la semana de Tomás me alejo de los hermosos parajes locales1. Adiós y no me guardes rencor. Nos veremos en diciembre. Y acaso ya nunca nos veamos más.
En marzo te envié una carta2 y no recibí respuesta. Yo te rogaba apurar a Yúlii Bogdánovich3, para que me enviara lo que me prometió, o sea, la cuenta de los Cuentos abigarrados. Es necesario.
Que estés saludable. Te reverencio de modo profundo y ruego no olvidar a tu
A. Chejov.
1"Yo me alejo al desierto, de los hermosos parajes locales", palabras iniciales de una romanza atribuída a M.V. Zubóvaya (Cancionero o Selección completa de canciones populares rusas viejas y nuevas, SPb., 1798, par. II).
2Cuentos abigarrados, de Antón Chejov, 1ra edición, en venta en todo el país.
3Yúlii Bogdánovich, director de tipografía.

Imagen: Alexander Matrehin, In Novgorod City, 2000.

Chejov a A.N. Pleschéev


Moscú, 27 de marzo de 1890.

Gentil Alexéi Nikoláevich, la noticia del deceso de El Heraldo del norte1 me produjo una impresión abrumadora. No es bueno todo eso. Es extraño que en todas partes, entre nosotros, hablan de que en Rusia hay pocas revistas, y al mismo tiempo, a la luz del día, en la capital, con abundancia de escritores, muere una revista en vano e inútilmente.
El Silvano tenga la bondad de traerlo consigo2, ya que continuar trabajando en una revista, que ya reventó o reventará dentro de un mes, no se puede.
Ahora sobre la Sociedad de escritores dramáticos. La cuestión del adelanto3 fue planteada por mí en el Comité. El Comité atacó de modo unánime a Máikov4, que puso una jeta perpleja, y nos empezó a asegurar que él no recibió cartas de usted. El Comité resolvió que yo le escriba a Máikov una carta de mi parte, y que Máikov le dé respuesta a ésta a usted. ¿Recibió acaso usted esa respuesta? En cualquier caso, no ha nacido aún el tesorero, que se decida a rechazarle a usted tal servicio baladí, como un adelanto de cien rublos.
Pronto serán las elecciones5. Si estará en la asamblea, pues declare, hijito, que yo me marcho de Rusia hasta diciembre, y que de esta forma pierdo temporalmente mi capacidad legal. Que no me elijan como miembro del Comité. Y si me honran con la elección, pues yo agradeceré y la rechazaré. Por lo tanto, que no se tomen el trabajo. En lo que respecta a la composición del futuro Comité, pues aquí tiene mi opinión. Nemiróvich6 y Sumbátov7, incluso Alexándrov8 deben ser elegidos de nuevo, en lo posible por unanimidad, ya que el cambio frecuente en la administración de la Sociedad no puede traer nada a la Sociedad, excepto daño. No es bueno si los miembros del Comité son cambiados cada año; con tal orden de cosas, el Comité nunca estará compuesto por hombres expertos, lo suficiente conocedores del asunto.
Ayer tuvimos una asamblea de la comisión9. Se me encargó escribir el acta de la asamblea. Ahora me siento a escribirla. Que esté saludable. Hasta el prontísimo encuentro.
Suyo, A. Chejov.
1Alexéi Pleschéev escribe a Chejov el 17 de marzo de 1890: "El Heraldo del norte, resolvió Anna Mijáilovna, está cerrado, y el librito de abril, hay que suponer, no saldrá. Publicarlo no hay por qué. Para el final, yo me separé de esa dama...".
2Pleschéev escribe a Chejov asimismo el 24 de marzo de 1890: "Luego, espero su disposición, ¿me ordena enviarle el manuscrito a Anna Mijáilovna <...> o tenerlo conmigo por ahora? En semana santa, a mediados, yo mismo pienso estar en Moscú, y se lo puedo llevar, si quiere...".
3Pleschéev escribe a Chejov asimismo el 17 de marzo de 1890: “Yo hace poco pedí un adelanto, no me lo dieron, aunque los 100 rublos que tomé, ya hace tiempo todos fueron cubiertos <...> Si planteara usted en el Comité la cuestión de los adelantos. ¿No se puede acaso regular eso de modo, que los miembros no dependan del capricho y el arbitrio de Máikov?”.
4Apollón Máikov, filólogo, presidente de la Sociedad de escritores dramáticos y compositores de ópera rusos.
5Elecciones en la Sociedad de escritores dramáticos y compositores de ópera rusos.
6Vasílii Nemiróvich-Dánchenko, dramaturgo, literato, pedagogo teatral y crítico.
7Alexánder Sumbátov-Yúzhin, príncipe, actor, dramaturgo, hombre de teatro.
8Vladímir Alexándrov (de seudónimo "Jolmín"), abogado, dramaturgo.
9Comisión para la revisión de ciertos puntos del estatuto de la Sociedad de escritores dramáticos y compositores de ópera rusos.

Imagen: Yuri Bondarencko, March in Ferapontovo, 2007.

Chejov a A.I. Sumbátov-Yúzhin


Moscú, 10 u 11 de marzo de 1890.

Escogí para usted un papel con golondrinas1. Y a propósito, la primavera está en el patio.
Ayer recibí una carta de Tíjonov2. Escribe que no puede venir en Semana santa: no tiene dinero para el camino. Y a juzgar por el tono, no tiene ganas de viajar.
Si es así, pues la comisión debe reunirse antes de Semana santa, sin esperar a los miembros petersburgueses ya que, debido al rechazo de Tíjonov, la carta de ellos ha perdido todo sentido3.
No se enoje conmigo, gentil príncipe, por que no fui a almorzar a su casa. Póngase en mi situación. Yo me voy dentro de un mes, y se me ha apilado trabajo para más de un año, eso es suficiente para mirar mi falta de delicadeza con ojo indulgente. Lo timé sólo por que no sabía que por la noche habría comité, de otra forma no le hubiera dado mi palabra. No se enoje pues, y yo por eso le traeré del Japón un Buda y una japonesa desnuda de marfil.
Que esté saludable y guardado por el cielo. Un tiempo admirable. Si no fuera por Sajalín, pues iría hoy a buscar una casa de campo.
Suyo, A. Chejov.
1La hoja de "papel de correo" de la carta de Chejov tiene dibujado, en su esquina izquierda, una bandada de golondrinas.
2Alexéi Tíjonov (de seudónimo "El Pradeño"), escritor.
3La resolución de la Asamblea General, de la Sociedad de escritores dramáticos y compositores de ópera rusos, sobre el cambio del estatuto, provoca protestas por parte de los escritores A.D. Kuriépin, N.A. Borísov y D.N. Kornatóvskii.

Imagen: Alexander Matrehin, The Yuryev Monastery in Novgorod, 2006.

viernes, 5 de marzo de 2010

Chejov a A.N. Pleschéev


Moscú, 10 de febrero de 1890.

Gentil Alexéi Nikoláevich, finalmente yo, pasando por el fuego, el agua y los tubos de cobre1, me instalé en Moscú y estoy sentado en silencio y tranquilo en mi mesa. Cavilo sobre los pecados cometidos por mí, sobre los mil barriles de vino bebidos por mí, sobre mis visitas a Gálkin2, y demás y demás. En el mes vivido por mí en Peter, he concluido tantos asuntos grandes y pequeños, que a mí, al mismo tiempo, deben hacerme general y colgarme.
Me preparo para Sajalín y leo toda clase de tontería, relacionada con ésta. Yo voy, eso está decidido de modo irrevocable. Me iré en abril, cuando se deshiele el Káma; por lo tanto, antes de la partida, alcanzaré aún a cansarlo con mis cartas.
Leí mi Silvano... Esto es lo que decidí. El Silvano será leído otra vez, corregido y enviado al Heraldo del norte. ¡Que sea cumplido su deseo! Le mandaré la pieza cerca del 20 de febrero3 con un ruego encarecido: si no le gusta, me la regresa de vuelta para su eliminación.
En Moscú están de visita Suvórin y Grigoróvich. El primero vino aquí a descansar, y el segundo recibió cierta comisión de servicio.
Vi Fedra4. Bien, pero aburrido. En general, en Moscú está aburrido...
Todos los míos le envían un saludo de corazón. Yo lo abrazo fuertemente, y le agradezco por la cordialidad y la hospitalidad.
Esta gratitud compártala con toda su familia, a la que reverencio de modo profundo. Que esté dichoso y saludable...
Suyo, A. Chejov.
1“Pasando por el fuego, el agua y los tubos de cobre”, alusión a la fórmula de los alquimistas para trasmutar los metales en oro.
2Mijaíl Gálkin-Vráskii, director de la Gerencia principal de cárceles, adjunta al Ministerio de asuntos internos.
3Alexéi Pleschéev recibe El Silvano el 17 de marzo, cuando, tras pelearse con A.M. Yevréinova, redactora de la revista, abandona la redacción de ésta.
4Fedra, tragedia de Jean Racine, estrenada en el Teatro Máli de Moscú el 30 de enero de 1890, en beneficio de M.N. Yermolóva.

Imagen: Vladimir Krylov, Temple of the Basil the Blessed, 1999.

jueves, 4 de marzo de 2010

Chejov a S.N. Filíppov


Petersburgo, 2 de febrero de 1890.

Le respondo por puntos:

1) A mi pregunta sobre su crónica del Dniéper, Suvórin1 me respondió que él no quiere publicar en invierno lo de verano.
2) Con M.A. Suvórin2 yo aún no me vi. Él tiene a sus niños enfermos de escarlatina, y está en su casa como en cuarentena.
3) Al final de su carta a Suvórin, usted pregunta si puede acaso escribir una respuesta3 a Las noticias; Suvórin dijo: “si agarrara y la escribiera... ¿qué preguntar ahí?” En lo adelante, por lo tanto, no pregunte, sino hágalo directamente.
4) Yo, en realidad, voy a la i. Sajalín, pero no sólo por los reclusos, sino así, en general... Quisiera borrar de mi vida un o un año y medio.
5) Llegaré a Moscú pronto, pero no se sabe cuándo. Me da pereza moverme del lugar.

Noticias no tengo ninguna.
¿Sobre qué más escribirle? Le escribiría, pero no hay sobre qué. Mi cabeza está vacía.
Que esté saludable. ¿Qué anda haciendo su vecina, Pupopupirúshkina4, la editora de versos? Mire, no se aficione.
Suyo, A. Chejov.
1Alexéi Suvórin, escritor, dramaturgo, periodista, autor de artículos políticos, dueño del periódico Tiempo nuevo y de la editorial Suvórin.
2Mijaíl Suvórin (hijo de Alexéi Suvórin, del primer matrimonio), director de los quioscos de libros de las estaciones ferroviarias, de la editorial Suvórin.
3Serguéi Filíppov había escrito a Alexéi Suvórin, director de Tiempo nuevo, solicitando su autorización: “En Las noticias apareció una réplica a mi artículo (Cicerones prosemitas) <...> Si usted lo encuentra necesario, yo puedo responder" (ZGALI).
4Valentina Popírnikova, editora de Pensamientos y sentimientos (M., 1886), antología de poesía rusa.

Imagen: Vladimir Kulikov, Artwork, 2008.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Chejov a M.P. Chejov


Petersburgo, 28 de enero de 1890.

Mísha, ¿en cuál fecha está empeñado mi billete? ¿Serie 9145 Nº 17?
Si el plazo es el 2 o 3 de febrero, pues tómale dinero a mamásha y ponlo por medio año más. Ya que el recibo está guardado en mi mesa, pues ruégale a Vólkov1 recibir el dinero sin el recibo, sino simplemente así, sobre el fundamento del certificado, cual haga por sus libros. El recibo yo se lo enviaré cuando llegue.
Llegaré yo, debe ser, no antes del 4 o 5 de febrero. Extraño terriblemente.
Con Gálkin-Vráskii2 ya casi todo está arreglado. La ruta de viaje: río Káma, Perm, Tiumén, Tomsk, Irkútsk, Amúr, Sajalín, Japón, China, Colombo, Puerto Said, Constantinopla y Odesa. Estaré en Manila también. Saldré de Moscú a principios de abril.
Una reverencia a todos los nuestros, y la seguridad de que extraño. Si no tienes tiempo para pasar por donde Vólkov, pues ruégale a Másha.
Me veo con María Vladímirovna y Vasilísa3.
Alexánder4 y su familia están saludables.
Tuyo, A. Chejov.
1G. Vólkov e hijos, oficina bancaria.
2Mijaíl Gálkin-Vráskii, director de la Gerencia principal de cárceles, adjunta al Ministerio de asuntos internos.
3María Kiselióva y su hija, Alexándra Kiselióva.
4Alexánder Chejov, hermano mayor de Chejov, escritor, periodista, colaborador del periódico Tiempo nuevo, autor de memorias sobre Chejov.

Imagen: Vladimir Kulikov, Petersburg of the night, 2008.

Chejov a M.V. Kiselióva


Petersburgo, 28 de enero de 1890.

¡Finalmente me fui, María Vladímirovna1! Quería verme con usted hoy, y pasear por Petersburgo a Vasilísa Panteliévna, pero no me alcanzó el tiempo, fui a despedirme. Trasmítale a Valentín Yákovlievich2 que yo le voy a agradecer en la misma carta, en que le describiré mi visita a Zenzínov.
Al Señor e Idiótik los veré, probablemente, antes que a usted3, y por eso les trasmitiré de su parte una reverencia, y les diré que está viva, saludable y que, como se expresó la condesa4, es una gigante moral.
¿Se quedó acaso satisfecha con mi regalo indio mi futura esposa5, de la que corro a Sajalín? Si no está satisfecha, pues le enviaré algo más, un muñeco japonés o por el estilo...
Con la esperanza de que usted y su hija dejarán de perseguirme (en caso contrario tendré que dirigirme a Gresser6), queda acobardado y huyendo.
A. Chejov.
Un saludo afectuoso a los Gólubiev7 y a Vladímir Petróvich8. A Vladislávliev trasmítale, que estaré en Tomsk en la primavera o a principios del verano9.
Si me escribe a Moscú, siquiera, una línea sobre su salud, pues le estaré agradecido hasta la tumba. No piense que soy hipócrita.
Olvidé preguntarle, ¿cómo vive10

1Chejov se marcha de San Petersburgo sólo el 7 de febrero de 1890.
2Valentín Yákovlievich Gólubiev, senador, cuñado de María Kiselióva.
3Alexéi Kiselióv, esposo, y Serguéi Kiselióv, hijo de María Kiselióva se encuentran por esos días en Moscú.
4Alexándra Kiselióva (Dúdina de nacimiento), condesa, esposa de P.S. Kiselióv, hermano de Alexéi Kiselióv.
5Alexándra Kiselióva, "Sásha", hija de María Kiselióva.
6Piótr Gresser, gobernador de San Petersburgo.
7Valentín Gólubiev y Nadiézhda Gólubieva, esposos, parientes de María Kiselióva.
8Vladímir Petróvich Biéguichev, padre de María Kiselióva.
9Mijaíl Vladislávliev (cantante del Teatro Bolshói, conocido de los Kiselióv) pide a Chejov que, cuando pase por Tomsk, vea a su hijo Serguéi Vladislávliev (arquitecto), quien vive en dicha ciudad.
10El final de la carta no se conservó.

Imagen: Vladimir Kulikov, Artwork, 2009.

Chejov a K.S. Barantsévich


Petersburgo, 28 de enero de 1890.

Vine a despedirme. Adiós, hijito, nos veremos, probablemente, en diciembre. Escriba. A todos los suyos mi saludo afectuoso.
Suyo, A. Chejov.
Imagen: Vladimir Kulikov, Alexander garden, 2007.

domingo, 28 de febrero de 2010

Chejov a M.V. Kiselióva


Petersburgo, 26 de enero de 1890.

Estimada María Vladímirovna, yo no me fui, pero estar en su casa hoy no puedo1. Me trajeron el Índice de los artículos de la Antología marina2 del 62 al 82, y me pidieron devolverlo mañana por la mañana. En el presente instante estoy copiando de los artículos respecto a Sajalín y cía., maldigo como un canalla y me siento terriblemente no de humor.
Mañana, cerca de las 2-3 de la tarde, estaré en su casa. Una reverencia a todos los suyos y a Vasilísa Panteliévna3.
Su hipócrita.
Me hace falta hablar con usted sobre un asunto muy importante4.

1María Kiselióva visita por esos días San Petersburgo, en compañía de su hija Sásha.
2Índice sistemático y alfabético de la Antología marina, 1848-1872 (SPb., 1875).
3Chejov, en broma, llama "Vasilísa Panteliévna" a Alexándra Kiselióva, "Sásha", hija de María Kiselióva.
4Se supone, Chejov intenta obtener del senador V.Y. Gólubiev (cuñado de María Kiselióva) una carta de recomendación a M.M. Zenzínov, rico empresario siberiano, representante de la Flota voluntaria, en uno de cuyos barcos el autor piensa regresar de la isla Sajalín.

Imagen: Victor Safronov, Rostov the Great, 2003.