viernes, 30 de noviembre de 2007

Chejov a A.S. Suvórin


Moscú, entre 19 y 21 de febrero de 1890.

Gracias por las gestiones. El Atlas de Kruzenshtern1 lo necesito ahora o al regreso de Sajalín. Mejor ahora. Usted escribe que su carta es mala. Por eso es que la necesito, porque es mala, la buena yo ya la compré donde Ilín por 65 kóp.
Todo el santo día leo y escribo, leo y escribo... Mientras más leo, más fuerte es la convicción de que en dos meses, no alcanzaré a hacer ni un cuarto de lo que pensaba, y pues más de dos meses no puedo estar sentado en Sajalín: ¡los barcos-canallas no esperan! El trabajo es variado pero tedioso... Hay que ser un geólogo, un meteorólogo, un etnógrafo, y yo no estoy acostumbrado a eso, y me aburro. Voy a leer sobre Sajalín hasta marzo, mientras haya dinero, y después me sentaré con los cuentos.
No recuerdo por qué me colgué en la carta a Pleschéev. Probablemente, por la ebriedad. Le escribí yo, por supuesto, a modo de broma y al parecer así: “... por lo que deberían, al mismo tiempo, colgarme y hacerme general”. Lo último lo merezco en absoluto, ya que en Peter bebí tanto, ¡que Rusia debe estar orgullosa de mí! Recuerdo asimismo escribí a Pleschéev que viviendo en Peter, en un mes, yo hice tanto cuanto mis jóvenes amigos, que están enojados conmigo por algo2, no hacen en todo un año; y no mentía, ya que cada uno de mis amigos es 12 veces más holgazán que yo. Viviendo en su casa, yo leí mucho, vi y oí mucho, y cociné la papilla3 no sólo con Gálkin –y todo eso a despecho de beber vino y caminar de una esquina a la otra.
M-me Liénskaya4 se embadurnó la cara de tocino. Estuvo Mámishev5 y se enojó, por que el documento de garantía de 30 años se lo enviaron a Zvienígorod, y no a Volokolámsk, donde él vive. Yo dije que usted es el culpable.
Si tiene en su biblioteca Las crónicas con pluma y lápiz6, de Visheslávziev, pues envíemelas. Habrá de mi parte una gratitud.
Estuvo en casa Ostróvskii7 y preguntó por el destino del libro de su hermana8. Yo dije que usted y Neupokóev9 están insatisfechos con los dibujos y el formato. Él respondió así: “Si los dibujos no le gustan, pues éstos se pueden arrojar, encargar unos nuevos; y el formato, al igual que todo lo demás, depende en absoluto del parecer de la tipografía”. ¿Se le puede escribir que su libro se va a publicar en verano? ¡Ah, qué tabacos apestosos tiene él! Cada visita suya, gracias a esos tabacos anatémicos suyos, me infunde terror. Dijo que su hermano ministro10 contrajo diabetes.
La sonata a Kreutzer11 en Moscú tiene éxito.
¿Por qué no me envía los cuentos12? Yo hoy o mañana le enviaré el cuento de Lázariev (Gruzínskii)13. Con el aumento del honorario y la expedición del periódico mi protegido Ezhóv14 está conmovido, y le agradece con lágrimas en los ojos y temblor en la voz, tendiendo las manos al cielo, con una plegaria de encomienda a usted y a toda su familia de toda clase de bienestar por los siglos de los siglos, amén.
En mi trabajo sajaliniano me mostraré tal científico hijo de perra, que usted sólo abrirá los brazos. Yo pues robé de los libros ajenos muchas ideas y conocimientos, que daré como míos. En nuestro siglo práctico no se puede de otra forma. Dígale a Alexéi Alexéevich15 que vaya a la orilla del Murgáb16.
Leí que la reina rumana17 escribió una pieza de la vida (?) popular y la va a poner en el teatro de Bucarest. Un autor a quien no se puede abuchear. Y yo con gusto la abuchearía.
Liénskii me dijo que, “al parecer, quieren poner” la pieza18 de Máslov19. Más pues de su pieza no oí nada.
Que esté saludable. Que Dios le dé todo lo bueno.
Con respeto

Henry Block and Co20.

¿Cómo viven sus muy estimados caballos? Bueno sería pasear por algún lugar.

1Atlas compuesto por el contra-almirante Iván Kruzenshtern, quien realiza un viaje por mar alrededor del mundo de 1803 a 1806.
2En su Del pasado lejano, María Chejova observa: “Las malas lenguas, posteriormente, corrieron rumores de que Antón Pávlovich iba a Sajalín, al parecer, a cuenta de la redacción del periódico Tiempo nuevo. Eso ofendía a mi hermano, y yo recuerdo bien cómo él se inquietaba y perturbaba con semejantes infundios” (cap. VII, pag. 92).
3Cocinar la papilla (locución usual), llegar a hacer algo, asar castañas, hacer migas.
4Lidia Liénskaya (baronesa Korf), esposa del actor Alexánder Liénskii.
5Vasílii Mámishev, juez de instrucción de Zvienígorod, pariente de Alexéi Suvórin.
6Crónicas con pluma y lápiz, de Visheslávziev, quien realiza un viaje por mar alrededor del mundo de 1857 a 1860.
7Piótr Ostróvskii, ingeniero, crítico literario, hermano del escritor Alexánder Ostróvskii.
8Nadiézhda Ostróvskaya, escritora infantil, hermana del escritor Alexánder Ostróvskii.
9Arkádii Neupokóev, oficinista, director de la tipografía de Alexéi Suvórin.
10Mijaíl Ostróvskii, ministro de bienes estatales, hermano del escritor Alexánder Ostróvskii.
11Ver la nota 1 de la carta de Chejov a Alexéi Pleschéev del 15 de febrero de 1890.
12Chejov había pedido a Alexéi Suvórin que le enviara las obras de los autores jóvenes para hacerle correcciones estilísticas.
13Alexánder Lázariev (“A. Gruzínskii”), periodista, escritor, poeta.
14Nikolai Ezhóv (“Don Quijote de la Mancha”), escritor y periodista.
15Alexéi Alexéevich Suvórin, periodista, redactor del periódico Tiempo nuevo, hijo de Alexéi Suvórin.
16En las cercanías de Miérvskii, en la orilla del río Murgáb, se encuentra una “granja estatal” creada con tierras expropiadas a la población civil.
17Elizavéta, reina rumana que escribe bajo el seudónimo “Carmen Silva”.
18El seductor sevillano.
19Alexéi Máslov (“Biézhetskii”), escritor y periodista.
20Henry Block and Co., casa bancaria de Moscú.

Imagen: Denis Sholokhov, Novospassky monasterio, Moscú.