lunes, 26 de noviembre de 2007

Dos novelas


I. La novela del doctor

Si alcanzaste la madurez y terminaste las ciencias, pues recipe: feminam unam1, y de dote quantum satis2.
Yo hice así: tomé una feminam unam (tomar dos no se permite) y la dote. Ya en la antigüedad azotaban a los que, al casarse, no tomaban la dote (Ictiosauro, XII, 3).
Me prescribí caballos, un bel étage3, empecé a tomar vinum gallicum rubrum4, y me compré una pelliza de 700 rub. En una palabra, empecé a vivir lege artis5.
Su habitus6 no es malo. Su estatura es mediana. El tinte de la epidermis cutánea y la membrana mucosa es normal, la capa subcutánea-celular está satisfactoriamente desarrollada. Su pecho está correcto, estertores no hay, la respiración es vesicular. Los tonos del corazón son limpios.
En la esfera de los fenómenos psíquicos se advierte sólo una desviación: es habladora y gritona. Gracias a su habladuría yo sufro hiperestesia del nervio auditivo derecho. Cuando yo miro la lengua de un enfermo, pues recuerdo a mi esposa, y ese recuerdo me produce taquicardia. Tenía razón ese filósofo que dijo: Lingua est hostis hominum amicusque diaboli et feminarum7. Del mismo defecto sufre la mater feminae, la suegra (de la clase de las mammalia8).
Y cuando ellas, ambas, gritan 23 horas al día, pues yo sufro de tendencia a la demencia y al suicidio. Según el testimonio de mis estimados colegas, nueve décimas partes de las mujeres sufren de una enfermedad, que Charcot9 llamó hiperestesia del centro rector del habla. Charcot propone la amputación de la lengua.
Con esta operación, él promete liberar a la humanidad de uno de sus terribles flagelos, pero ¡ay!, Billroth10, que hizo esa operación de modo reiterado, dice en sus memorias clásicas que las mujeres aprendían, después de la operación, a hablar con los dedos, y que de esa manera las pláticas actuaban sobre los esposos mucho peor: hipnotizaban a los esposos (Memor. Acad., 1878). Yo propongo otra curación (véase mi tesis). No rechazando la amputación de la lengua propuesta por Charcot, y dando plena fe a las palabras de tal autoridad como Billroth, propongo combinar la amputación de la lengua con el uso de manoplas. Mis observaciones demostraron, que los sordomudos que usan manoplas de un solo dedo están privados de la palabra, incluso entonces, cuando están hambrientos.

II. La novela del reportero

Una nariz recta, un busto divino, unos cabellos hermosos, unos ojos seductores, ¡ni una sola errata! Corregí y me casé.
-Tú deberás pertenecerme sólo a mí solo –le dije al casarme. –¡La venta al por menor la prohíbo incondicionalmente! ¡Recuerda!
Al otro día de la boda, ya advertí en mi esposa cierto cambio. Sus cabellos estaban más escasos, sus mejillas no tan interesantemente pálidas, sus pestañas no infernalmente negras, sino rojizas. Sus maneras ya no eran tan suaves, sus palabras no tan tiernas. ¡Ay! ¡La esposa es la novia tachada a medias por la censura!
En el primer semestre encontré en su casa a un fendric11, que la estaba besuqueando (los fendrics aman los placeres de gratis12). Le hice la primera advertencia y por segunda vez, con toda severidad, le prohibí la venta al por menor.
En el segundo semestre me dio un premio, me parió un hijo. Yo lo miré, me miré en el espejo, lo miré de nuevo, y le dije a mi esposa:
-¡Sujeto plagiado, mátushka! ¡Por la jeta lo veo! ¡No me engañas!
Le dije y le hice la segunda advertencia, con la prohibición de aparecerse ante mis ojos en el transcurso de tres meses.
Pero esas medidas no funcionaron. Al segundo año, mi esposa tenía ya no un fendric, sino varios. Viendo su no contrición, y no deseando compartirme con mis colaboradores, le hice la tercera advertencia y la envié con el premio a su patria, bajo la vigilancia de sus padres, donde se encuentra hasta ahora.
El honorario para la alimentación de mi esposa se envía a sus padres mensualmente.

1Recipe: feminam unam, toma: una mujer.
2Quantum satis, cuanto quieras.
3Bel étage, bello piso.
4Vinum gallicum rubrum, vino tinto galo.
5Lege artis, según las leyes del arte.
6Habitus, talle, figura
7Lingua est hostis hominum amicusque diaboli et feminarum, La lengua es enemiga del hombre y amiga del diablo y de las mujeres.
8Mammalia, mamíferos.
9Jean Martin Charcot, célebre médico francés, autor de La histeria y Lecciones sobre las enfermedades del sistema nervioso, entre otras obras.
10Theodor Billroth, célebre cirujano austriaco, introductor de los métodos histológico y bacteriológico, así como de un método para estirpar la lengua.
11Fendric (de fendre, romper, fendre le cour, romper el corazón), (arcaísmo, burlesco), joven presuntuoso, rompe corazones.
12Gratis, gratis.

Título original: Dva romana, publicado por primera vez en la revista Oskolki, 1883, Nº 2, con la firma: “El hombre sin bazo”.
Imagen: Blanche (Jacques Émile Blanche), Igor Stravinsky.