martes, 27 de noviembre de 2007

Amor sin vaivén…


Parte I

Era de mediodía… El sol poniente doraba con sus rayos de fuego púrpura las copas de los pinos, los robles y los abetos… Había silencio, sólo los pájaros cantaban al aire y, en algún lugar, en la lejanía, un lobo hambriento aullaba tristemente… El cochero se volteó y dijo:
-¡Y la nieve sigue llegando, señor!
-¿Qué?
-Digo que la nieve llegó…
-¡Ah!
Vladímir Serguéevich Tabáchkin, de quien se habla, echó una mirada al sol por última vez y murió.
Pasó una semana… Sobre la tumba fresca volaban con pitidos los pájaros y las codornices… El sol iluminaba… La viuda joven, llena de lágrimas, estaba parada junto a ésta y, con la pena, mojaba todo el pañuelo…

N. Zájarieva.

Título original: Liubov biez zibi (Roman), parodia de novela del corazón que Chejov envía a su colega María Kiselióva en una carta de junio de 1886.
Imagen: Valentin Serov, Portrait of Countess Varvara Musina-Pushkina, 1895.