Moscú, 25 de febrero de 1890.
¡Infusorio!
Me es imperioso conocer, lo más detalladamente posible, la literatura periodística sobre Sajalín, ya que ésta me interesa no sólo por el lado de las noticias ofrecidas por ésta. Las noticias, por supuesto, por sí mismas pero, Gúsiev1, necesito también la ilustración histórica de los hechos que conforman la esencia de esas noticias. Los artículos fueron escritos o por personas que nunca estuvieron en Sajalín, y no entienden nada del asunto, o por personas interesadas, que en la cuestión de Sajalín hicieron un capital y conservaron la inocencia. La valentía de los primeros y el subterfugio de los segundos, como elementos ofuscadores y obstructores, deben ser para un investigador más valiosos que todas las noticias, que en su mayoría son casuales y erróneas; esos elementos caracterizan, excelentemente, la actitud de nuestra sociedad en general hacia el asunto, y hacia el carcelario en particular. Al autor y sus motivos lo entenderás sólo entonces, cuando leas su artículo por completo.
En todo caso, libera a la Biblioteca pública de tus visitas. Es suficiente eso que hiciste. Lo restante será copiado por la hermana, a quien alquilé y empezará su asistencia a la Biblioteca Rumiántziev desde la 3ra semana de cuaresma. Y para ti, imbécil, hallaré otro trabajo. Reverencia hasta los pies y pide perdón. Todo lo que te hará falta hacer, lo hallarás en la carta que recibirás en la 4ta o 5ta semana de cuaresma... Y en cuanto a los piojos puedo decir sólo una cosa: ¡mi muerte es la suciedad! El Zájar2 de Oblómov y Alexánder Chejov dicen que sin los piojos y las chinches no se puede arreglarse –eso es muy científico; y yo, imagina, vi más de una vez familias, que no tienen idea de esos bichos. Para los piojos ayudan muchas cosas. Pregunta en la farmacia por el cocimiento de sibanilla.
Todos los nuestros están saludables. Una reverencia a Natalia Alexándrovna3, Kúka y el ahijado4.
1“Gúsiev”, seudónimo con que Alexánder Chejov firma los artículos que publica en los periódicos humorísticos de Moscú y San Petersburgo en su época de estudiante universitario.
2Zájar, sirviente de Iliá Oblómov, personaje principal de Oblómov, novela de Iván Goncharóv.
3Natalia Chéjova (Golden de nacimiento), segunda esposa de Alexánder Chéjov.
4Nikolai y Antón, hijos de Alexánder Chejov.
Imagen: Valentin Serov, Winter in Abramtsevo. The Mansion. Study, 1886.
Me es imperioso conocer, lo más detalladamente posible, la literatura periodística sobre Sajalín, ya que ésta me interesa no sólo por el lado de las noticias ofrecidas por ésta. Las noticias, por supuesto, por sí mismas pero, Gúsiev1, necesito también la ilustración histórica de los hechos que conforman la esencia de esas noticias. Los artículos fueron escritos o por personas que nunca estuvieron en Sajalín, y no entienden nada del asunto, o por personas interesadas, que en la cuestión de Sajalín hicieron un capital y conservaron la inocencia. La valentía de los primeros y el subterfugio de los segundos, como elementos ofuscadores y obstructores, deben ser para un investigador más valiosos que todas las noticias, que en su mayoría son casuales y erróneas; esos elementos caracterizan, excelentemente, la actitud de nuestra sociedad en general hacia el asunto, y hacia el carcelario en particular. Al autor y sus motivos lo entenderás sólo entonces, cuando leas su artículo por completo.
En todo caso, libera a la Biblioteca pública de tus visitas. Es suficiente eso que hiciste. Lo restante será copiado por la hermana, a quien alquilé y empezará su asistencia a la Biblioteca Rumiántziev desde la 3ra semana de cuaresma. Y para ti, imbécil, hallaré otro trabajo. Reverencia hasta los pies y pide perdón. Todo lo que te hará falta hacer, lo hallarás en la carta que recibirás en la 4ta o 5ta semana de cuaresma... Y en cuanto a los piojos puedo decir sólo una cosa: ¡mi muerte es la suciedad! El Zájar2 de Oblómov y Alexánder Chejov dicen que sin los piojos y las chinches no se puede arreglarse –eso es muy científico; y yo, imagina, vi más de una vez familias, que no tienen idea de esos bichos. Para los piojos ayudan muchas cosas. Pregunta en la farmacia por el cocimiento de sibanilla.
Todos los nuestros están saludables. Una reverencia a Natalia Alexándrovna3, Kúka y el ahijado4.
Tu benefactor, A. Chejov.
1“Gúsiev”, seudónimo con que Alexánder Chejov firma los artículos que publica en los periódicos humorísticos de Moscú y San Petersburgo en su época de estudiante universitario.
2Zájar, sirviente de Iliá Oblómov, personaje principal de Oblómov, novela de Iván Goncharóv.
3Natalia Chéjova (Golden de nacimiento), segunda esposa de Alexánder Chéjov.
4Nikolai y Antón, hijos de Alexánder Chejov.
Imagen: Valentin Serov, Winter in Abramtsevo. The Mansion. Study, 1886.