martes, 22 de enero de 2008

La amenaza


A un señor le robaron el caballo. Al otro día mismo, fue publicado en todos los periódicos el siguiente anuncio: “Si el caballo no me es devuelto, la necesidad me obligará a recurrir a esas medidas extremas, a las que alguna vez, en un caso semejante, recurrió mi padre”. La amenaza surtió efecto. El ladrón, no sabiendo qué temer, pero suponiendo algo inusitadamente terrible, se asustó y devolvió el caballo en secreto. El señor, contento con tal final del asunto, confesó a sus amigos que estaba muy dichoso, con que no se vio obligado a seguir el ejemplo de su padre.
-¿Y qué, no obstante, hizo su padre? –le preguntaron.
-¿Ustedes preguntan qué hizo mi padre? Dígnense, yo les diré... Cuando le robaron el caballo en la posada, se puso la montura en la espalda y regresó a la casa a pie. ¡Lo juro, yo hubiera hecho lo mismo, si el ladrón no hubiera sido tan bueno y cumplido!

Título original: Ugroza, publicado por primera vez en la revista Oskolki, 1885, Nº 21, con la firma: “El hombre sin bazo”.
Imagen: Valentin Serov, Bathing a Horse, 1905.