martes, 4 de diciembre de 2007

Chejov a K.S. Barantzévich


Moscú, 15 de abril de 1890.

Adiós, gentil amigo, le deseo todo lo bueno. Yo desaparezco y apareceré en el horizonte ruso no antes de diciembre. Un saludo a su esposa y a los gansitos. Si se le ocurre escribir 2-3 líneas, pues mi dirección es esta: Puesto Alexándrovskii en la i. Sajalín. Todo lo escrito antes del 25 de julio me hallará en Sajalín. Acerca de qué valor van a tener para mí las cartas no hay nada que decir; ante el aburrimiento que me espera en la isla aherrojada, su melancolía me parecerá un sol. En las cartas puede entregarse a la melancolía cuanto le plazca, pero entregarse a la melancolía en la casa y en la calle -¡Dios lo salve! De todas formas, tarde o temprano moriremos, por lo tanto, entregarse a la melancolía, por lo menos, es imprevisor. ¡Ah, si usted, gentil Kuzmá Protápich, visitara a los nuestros en verano! Eso sería para toda mi familia tal regalo, como el que no comprarías ni en la feria de Soróchinsk1.
Reverencie a Álbov y trasmítale mi profundo pésame, por que las circunstancias no me permitieron conocerlo más de cerca y, de esa forma, tener derecho a expresarle mi compasión amistosa con motivo de la pérdida que sufrió.
Bueno, consérvese ese hombre excelente, cómo lo conocí a usted hasta ahora, y no me guarde rencor. Su admirador

A. Chejov.

1Soróchinsk, ciudad en la región de Orenburgo, junto al río Samára, célebre por sus ferias de productos comestibles y artesanales.

Imagen: Valentin Serov, Winter in Abramtsevo. The Church. Study, 1886.