Tiumén, 3 de mayo de 1890.
¡Muy señor mío, Konstantín Gueórguevich!
Mi tío Mitrofán Gueórguevich me escribió que, en una plática con él, a usted se le ofreció expresar el deseo, de que yo enviara mis libros a la Biblioteca municipal de Taganróg. Esa atención suya para conmigo, que yo no merezco, es demasiado halagadora para mi amor propio de autor, y no encuentro palabras para agradecerle. Yo estoy dichoso de que puedo, siquiera con algo, ser útil a la ciudad natal, a la que debo mucho, y por la que continúo abrigando un cálido sentimiento.
Al partir de Moscú, encargué mandar a su nombre tres libros míos. Mi cuarto libro –Cuentos abigarrados, está todo vendido, y será publicado en una edición siguiente a mi regreso, o sea, no antes de principios del año próximo. Entre tanto, encargué enviarle un ejemplar de El poder de las tinieblas, de L. Tolstoi, con la firma del autor de su puño y letra; ruego a la biblioteca municipal aceptar de mi parte este pequeño regalo, como voy a rogar con el tiempo aceptar todos los libros con los facsímiles autorales que tengo ahora en mi poder, y que reúno y conservo especialmente para la biblioteca de mi ciudad natal.
Permítame desearle a usted todo lo bueno, y le ruego aceptar la aseveración de mi sincero respeto.
¡Muy señor mío, Konstantín Gueórguevich!
Mi tío Mitrofán Gueórguevich me escribió que, en una plática con él, a usted se le ofreció expresar el deseo, de que yo enviara mis libros a la Biblioteca municipal de Taganróg. Esa atención suya para conmigo, que yo no merezco, es demasiado halagadora para mi amor propio de autor, y no encuentro palabras para agradecerle. Yo estoy dichoso de que puedo, siquiera con algo, ser útil a la ciudad natal, a la que debo mucho, y por la que continúo abrigando un cálido sentimiento.
Al partir de Moscú, encargué mandar a su nombre tres libros míos. Mi cuarto libro –Cuentos abigarrados, está todo vendido, y será publicado en una edición siguiente a mi regreso, o sea, no antes de principios del año próximo. Entre tanto, encargué enviarle un ejemplar de El poder de las tinieblas, de L. Tolstoi, con la firma del autor de su puño y letra; ruego a la biblioteca municipal aceptar de mi parte este pequeño regalo, como voy a rogar con el tiempo aceptar todos los libros con los facsímiles autorales que tengo ahora en mi poder, y que reúno y conservo especialmente para la biblioteca de mi ciudad natal.
Permítame desearle a usted todo lo bueno, y le ruego aceptar la aseveración de mi sincero respeto.
A. Chejov.
Imagen: Stepan Kolesnikov, Winter Market, XX.