De la mercader Piatirílova de Samoskvoriétzkii. Ahora, la que vaya al teatro, pues es la más disoluta… alguna salvaje, insensible… La de nivel no va a ir, porque nuestro prójimo, a las aristócratas, las distingue de las disolutas sólo por el sombrero … ¡No por el morro pues reconocen, que yo soy de primera categoría!
Del cochero. ¿Qué son los sombreros? ¡Los sombreros, tfú! ¡Pero si saliera un decreto, para que no llevaran copas! Es poco que una ocupa tres puestos, sino que todavía con sus resortes estropea el asiento…
De la capitana de estado Pizhikóvaya. ¡¿Co-ómo?! ¿No llevar en el teatro el sombrero? ¿Así, para qué pues, en tal caso, me encargué un sombrero nuevo? ¿A dónde voy a ir con éste? ¡Que sea yo anormal, para que vaya al teatro sin sombrero! ¿Qué puedo hacer ahí sin sombrero? ¿Acaso a los hombres actuales les gustan las descubiertas? A mí los hombres pues no me importan, yo soy casada, pero de todas formas…
De la hija de padres pobres, pero nobles. ¡Y excelente! Voy a ir mucho ahora al teatro. Nadie va a advertir que yo no tengo sombrero.
De mi suegra. ¡Yo soy viuda de un consejero civil! ¡No voy a permitir! ¡Es poco, que soporto las burlas del yerno por mi peluca, así quieren todavía que otros vean mi “desnudez”! ¡No va a ser esto!
De Clémence, Blanche y Angélica. ¡Miren aún! ¡Mucha falta nos hacen los teatros públicos! Nosotras podemos ir a los privados…
De Iván Ivánovich Ivánov. Esta medida no conduce a nada, créame de palabra… ¡La mujer es una pieza temeraria! Usted le prohíbe llevar el sombrero, y ella, para hacerlo rabiar, se arma en la cabeza tal torre babilónica de cabello, ¡que no sólo a los actores, sino a la sociedad no la va a ver! ¡Créame de palabra!
Del judío. Je-je-je… ¡Ofendieron a mis palomitas! ¿Y para qué hacer eso en contra del carácter? En lugar de quitarse el sombrero, si hicieran así: darle a los hombres la platea, y a las damitas el gallinero, y los sombreros están a salvo, y todos ven… Je-je…
1En la temporada teatral de 1885-1886 se prohíbe oficialmente a las espectadoras rusas mantenerse con los sombreros puestos durante los espectáculos.
Título original: Mnenia po povodu shliapnoi katastrofi, publicado por primera vez en la revista Budilnik, 1885, Nº 39, con la firma: “El hermano de mi hermano”.
Imagen: Félix Edouard Valloton, Mujer con sombrero negro, 1908.
Del cochero. ¿Qué son los sombreros? ¡Los sombreros, tfú! ¡Pero si saliera un decreto, para que no llevaran copas! Es poco que una ocupa tres puestos, sino que todavía con sus resortes estropea el asiento…
De la capitana de estado Pizhikóvaya. ¡¿Co-ómo?! ¿No llevar en el teatro el sombrero? ¿Así, para qué pues, en tal caso, me encargué un sombrero nuevo? ¿A dónde voy a ir con éste? ¡Que sea yo anormal, para que vaya al teatro sin sombrero! ¿Qué puedo hacer ahí sin sombrero? ¿Acaso a los hombres actuales les gustan las descubiertas? A mí los hombres pues no me importan, yo soy casada, pero de todas formas…
De la hija de padres pobres, pero nobles. ¡Y excelente! Voy a ir mucho ahora al teatro. Nadie va a advertir que yo no tengo sombrero.
De mi suegra. ¡Yo soy viuda de un consejero civil! ¡No voy a permitir! ¡Es poco, que soporto las burlas del yerno por mi peluca, así quieren todavía que otros vean mi “desnudez”! ¡No va a ser esto!
De Clémence, Blanche y Angélica. ¡Miren aún! ¡Mucha falta nos hacen los teatros públicos! Nosotras podemos ir a los privados…
De Iván Ivánovich Ivánov. Esta medida no conduce a nada, créame de palabra… ¡La mujer es una pieza temeraria! Usted le prohíbe llevar el sombrero, y ella, para hacerlo rabiar, se arma en la cabeza tal torre babilónica de cabello, ¡que no sólo a los actores, sino a la sociedad no la va a ver! ¡Créame de palabra!
Del judío. Je-je-je… ¡Ofendieron a mis palomitas! ¿Y para qué hacer eso en contra del carácter? En lugar de quitarse el sombrero, si hicieran así: darle a los hombres la platea, y a las damitas el gallinero, y los sombreros están a salvo, y todos ven… Je-je…
1En la temporada teatral de 1885-1886 se prohíbe oficialmente a las espectadoras rusas mantenerse con los sombreros puestos durante los espectáculos.
Título original: Mnenia po povodu shliapnoi katastrofi, publicado por primera vez en la revista Budilnik, 1885, Nº 39, con la firma: “El hermano de mi hermano”.
Imagen: Félix Edouard Valloton, Mujer con sombrero negro, 1908.