sábado, 20 de febrero de 2010

Chejov a los Chejov


Kansk, 31 de mayo de 1890.

Escribo esta desde Kansk. Hay aún una Káinsk, pero esa es antes de Tomsk, y esta es simplemente Kansk, sin i. Ambas, tomadas en conjunto, constituyen una Zvienígorod. Una mañana gris. Ahora vamos a comer borsh1. A uno de mis compañeros de viaje oficiales le duele una muela. El camino se hace mejor, pero de todas formas avanzamos con lentitud. Les voy a escribir desde Irkútsk, hasta la que quedan aún 800 vérstas. ¡Ah, cómo me repugnó ir! Qué repulsivo se hace mirar el saco con plumas, las botas con fango, el paletó con heno; en los bolsillos la picadura del tabaco, las migajas y el heno, en la maleta el polvo, en la boca, al parecer, el polvo también. Trajeron el borsh...
Estoy vivo, saludable, todo está entero. Incluso la botella de cognac de Kuvshínnikov no se rompió aún. Bueno, que estén sanitos.
Vuestro, Antoine.
1Borsh, sopa de remolacha y otras verduras.

Imagen: Yevgeniy Gololobov, Hazy Morning, 2006.