miércoles, 7 de marzo de 2012

Bancarrotas fraudulentas


Hace días leímos en La voz, un llamado del comité de la Sociedad de subvención a los estudiantes1 de la Universidad de Petersburgo. La sociedad llama a sus deudores insolventes, rogándoles pagar la deuda o por lo menos enviar sus direcciones.
Nos aprestamos a comunicar unas cuantas direcciones. Atrápenlas, aquí están:
Iván Semiónich y Yegór Petróvich, ambos compañeros del fiscal del juzgado de N-ii. Se les puede ver diariamente en el club local en la mesa de cartas. El primero bebe roederer, el segundo chablis. Ambos pierden. Después de las cartas tragan ostras y comen hojuelas con caviar astrajáno.
Fedór Fedórich, maestro de matemática en el gimnasio de Z-ii. Se le puede ver diariamente a las 6 de la tarde en la calle Moscovita, yendo con un gran bouquet a donde su novia. Recauda dinero para la boda y ya recaudó cerca de dos mil. Para el casamiento alquiló a unos cantores y encargó una lucerna. Dentro de una semana recibirá una dote de 25 000.
Borís Ivánovich, abogado apoderado en Monrepo2. Diariamente se le puede ver en el edificio del municipio, donde por su cuenta organiza una escena para los espectáculos aficionados. Primer amante y guionista. Después del espectáculo agasaja con una cena a los artistas y al público. Un hombre de alma.
Nikolai Ósipich, funcionario de encargos especiales en Glúpov3. La semana pasada se disponía a París. Si aún no se fue, pues se le puede encontrar donde María Kárlovna o Adele Petróvna. Ambas no sin fundamento lo consideran su bienhechor. El año pasado recibió una herencia.
Conocemos aún once direcciones, pero esas no las comunicamos, ya que lo consideramos superfluo. Esos once engordaron, se enriquecieron e hicieron tan importantes, que no reciben a nadie y no leen las cartas petitorias. A ellos no se les puede molestar: se enojarán…

1La Sociedad de subvención a los estudiantes, de la Universidad de San Petersburgo, publica en el periódico La voz un llamado a los “deudores de la sociedad sin respuesta”, con el ruego de “honrar finalmente al comité con una respuesta, hacia la próxima asamblea general de los miembros de la sociedad del 8 de febrero, para que ésta pueda disponer una resolución definitiva respecto a sus deudores" (1883, Nº 21, 21 de enero).
El periódico La voz comenta asimismo en sus Notas moscovitas, sobre la festividad del 12 de enero de 1883: “¡Cómo cambiaron los compañeros con quienes me sentaba en un banco, y con quienes ahora, dentro de diez y tantos años, nos tenemos que encontrar en la vida, y pues en estos almuerzos de 'Tatiana'! Allí ese fiscal, con bigote y patillas à la jurista, que escucha de modo obsequioso los lamentos de un anciano respetable, cuál divertido estudiante corta-cabezas era <...> Ahora es un carrerista. En su frente está escrito: '¿Cómo ordena? Escucho', en sus ojos: '¿No tiene una novia rica?' Y ese principito de hombros anchos <...> Alguna vez editaba conferencias 'con pérdida para sí', pagaba un dinero salvaje a los compañeros por su anotación <...> ¿Y ahora? <...> elabora unos vinos excelentes de su propia uva crimeana, y en este minuto, evidentemente, se entregó todo no a los recuerdos del pasado lejano, sino a la colación de los vinos extranjeros con los crimeanos y los caucasianos... ¿Y ese doctor de moda, que en algunos cinco-seis años se conformó, apenas no una fortuna de medio millón? <...> Y es bueno ese gordo, que supo aún en la universidad asegurarse la amistad de los futuros Strousbergs rusos, y a través de eso él mismo se hizo uno de nuestros reyezuelos del ferrocarril. <...> de los abogados no te resguardas <...> los abogados aquí son todos gente rapaz, saciada y satisfecha. No está ese Solodóvnikov, cuyo cinismo los turbaría a ellos, como no está ese Mielnítzkii, que los asombraría con su pintada con destreza máscara de virtud y devoción. <...> ¿Y 'los maestros de los negocios bancarios', los notarios y 'otra gente restante' divertida, satisfecha y dichosa, re-saciada de éxitos en 'la pesca de la vida'? ¿Cuál y hasta dónde es asunto de ellos, excepto esos éxitos y 'resultados sustanciales'? ¡Nosotros pues, los escritorzuelos, nos matamos por que 'el alma rusa fue a la baja', y para ellos es escupir!” (1883, № 18, 18 de enero).
2Monrepo, rincón personal, asilo de un hacendado arruinado en El refugio de Monrepo, relato de Mijaíl Saltikóv-Schedrín.
3Glúpov, ciudad donde reinan la violencia y la arbitrariedad, en Historia de una ciudad, novela de Mijaíl Saltikóv-Schedrín.

Título original: Zlostnie bankroti, publicado por primera vez en la revista Oskolki, 1883, Nº 5, con la firma: "El hombre sin bazo".
Imagen: Giovanni Boldini, A Portrait of John Singer Sargent (detail), XIX.