sábado, 6 de marzo de 2010

Chejov a A.N. Pleschéev


Moscú, 27 de marzo de 1890.

Gentil Alexéi Nikoláevich, la noticia del deceso de El Heraldo del norte1 me produjo una impresión abrumadora. No es bueno todo eso. Es extraño que en todas partes, entre nosotros, hablan de que en Rusia hay pocas revistas, y al mismo tiempo, a la luz del día, en la capital, con abundancia de escritores, muere una revista en vano e inútilmente.
El Silvano tenga la bondad de traerlo consigo2, ya que continuar trabajando en una revista, que ya reventó o reventará dentro de un mes, no se puede.
Ahora sobre la Sociedad de escritores dramáticos. La cuestión del adelanto3 fue planteada por mí en el Comité. El Comité atacó de modo unánime a Máikov4, que puso una jeta perpleja, y nos empezó a asegurar que él no recibió cartas de usted. El Comité resolvió que yo le escriba a Máikov una carta de mi parte, y que Máikov le dé respuesta a ésta a usted. ¿Recibió acaso usted esa respuesta? En cualquier caso, no ha nacido aún el tesorero, que se decida a rechazarle a usted tal servicio baladí, como un adelanto de cien rublos.
Pronto serán las elecciones5. Si estará en la asamblea, pues declare, hijito, que yo me marcho de Rusia hasta diciembre, y que de esta forma pierdo temporalmente mi capacidad legal. Que no me elijan como miembro del Comité. Y si me honran con la elección, pues yo agradeceré y la rechazaré. Por lo tanto, que no se tomen el trabajo. En lo que respecta a la composición del futuro Comité, pues aquí tiene mi opinión. Nemiróvich6 y Sumbátov7, incluso Alexándrov8 deben ser elegidos de nuevo, en lo posible por unanimidad, ya que el cambio frecuente en la administración de la Sociedad no puede traer nada a la Sociedad, excepto daño. No es bueno si los miembros del Comité son cambiados cada año; con tal orden de cosas, el Comité nunca estará compuesto por hombres expertos, lo suficiente conocedores del asunto.
Ayer tuvimos una asamblea de la comisión9. Se me encargó escribir el acta de la asamblea. Ahora me siento a escribirla. Que esté saludable. Hasta el prontísimo encuentro.
Suyo, A. Chejov.
1Alexéi Pleschéev escribe a Chejov el 17 de marzo de 1890: "El Heraldo del norte, resolvió Anna Mijáilovna, está cerrado, y el librito de abril, hay que suponer, no saldrá. Publicarlo no hay por qué. Para el final, yo me separé de esa dama...".
2Pleschéev escribe a Chejov asimismo el 24 de marzo de 1890: "Luego, espero su disposición, ¿me ordena enviarle el manuscrito a Anna Mijáilovna <...> o tenerlo conmigo por ahora? En semana santa, a mediados, yo mismo pienso estar en Moscú, y se lo puedo llevar, si quiere...".
3Pleschéev escribe a Chejov asimismo el 17 de marzo de 1890: “Yo hace poco pedí un adelanto, no me lo dieron, aunque los 100 rublos que tomé, ya hace tiempo todos fueron cubiertos <...> Si planteara usted en el Comité la cuestión de los adelantos. ¿No se puede acaso regular eso de modo, que los miembros no dependan del capricho y el arbitrio de Máikov?”.
4Apollón Máikov, filólogo, presidente de la Sociedad de escritores dramáticos y compositores de ópera rusos.
5Elecciones en la Sociedad de escritores dramáticos y compositores de ópera rusos.
6Vasílii Nemiróvich-Dánchenko, dramaturgo, literato, pedagogo teatral y crítico.
7Alexánder Sumbátov-Yúzhin, príncipe, actor, dramaturgo, hombre de teatro.
8Vladímir Alexándrov (de seudónimo "Jolmín"), abogado, dramaturgo.
9Comisión para la revisión de ciertos puntos del estatuto de la Sociedad de escritores dramáticos y compositores de ópera rusos.

Imagen: Yuri Bondarencko, March in Ferapontovo, 2007.

Chejov a A.I. Sumbátov-Yúzhin


Moscú, 10 u 11 de marzo de 1890.

Escogí para usted un papel con golondrinas1. Y a propósito, la primavera está en el patio.
Ayer recibí una carta de Tíjonov2. Escribe que no puede venir en Semana santa: no tiene dinero para el camino. Y a juzgar por el tono, no tiene ganas de viajar.
Si es así, pues la comisión debe reunirse antes de Semana santa, sin esperar a los miembros petersburgueses ya que, debido al rechazo de Tíjonov, la carta de ellos ha perdido todo sentido3.
No se enoje conmigo, gentil príncipe, por que no fui a almorzar a su casa. Póngase en mi situación. Yo me voy dentro de un mes, y se me ha apilado trabajo para más de un año, eso es suficiente para mirar mi falta de delicadeza con ojo indulgente. Lo timé sólo por que no sabía que por la noche habría comité, de otra forma no le hubiera dado mi palabra. No se enoje pues, y yo por eso le traeré del Japón un Buda y una japonesa desnuda de marfil.
Que esté saludable y guardado por el cielo. Un tiempo admirable. Si no fuera por Sajalín, pues iría hoy a buscar una casa de campo.
Suyo, A. Chejov.
1La hoja de "papel de correo" de la carta de Chejov tiene dibujado, en su esquina izquierda, una bandada de golondrinas.
2Alexéi Tíjonov (de seudónimo "El Pradeño"), escritor.
3La resolución de la Asamblea General, de la Sociedad de escritores dramáticos y compositores de ópera rusos, sobre el cambio del estatuto, provoca protestas por parte de los escritores A.D. Kuriépin, N.A. Borísov y D.N. Kornatóvskii.

Imagen: Alexander Matrehin, The Yuryev Monastery in Novgorod, 2006.

viernes, 5 de marzo de 2010

Chejov a A.N. Pleschéev


Moscú, 10 de febrero de 1890.

Gentil Alexéi Nikoláevich, finalmente yo, pasando por el fuego, el agua y los tubos de cobre1, me instalé en Moscú y estoy sentado en silencio y tranquilo en mi mesa. Cavilo sobre los pecados cometidos por mí, sobre los mil barriles de vino bebidos por mí, sobre mis visitas a Gálkin2, y demás y demás. En el mes vivido por mí en Peter, he concluido tantos asuntos grandes y pequeños, que a mí, al mismo tiempo, deben hacerme general y colgarme.
Me preparo para Sajalín y leo toda clase de tontería, relacionada con ésta. Yo voy, eso está decidido de modo irrevocable. Me iré en abril, cuando se deshiele el Káma; por lo tanto, antes de la partida, alcanzaré aún a cansarlo con mis cartas.
Leí mi Silvano... Esto es lo que decidí. El Silvano será leído otra vez, corregido y enviado al Heraldo del norte. ¡Que sea cumplido su deseo! Le mandaré la pieza cerca del 20 de febrero3 con un ruego encarecido: si no le gusta, me la regresa de vuelta para su eliminación.
En Moscú están de visita Suvórin y Grigoróvich. El primero vino aquí a descansar, y el segundo recibió cierta comisión de servicio.
Vi Fedra4. Bien, pero aburrido. En general, en Moscú está aburrido...
Todos los míos le envían un saludo de corazón. Yo lo abrazo fuertemente, y le agradezco por la cordialidad y la hospitalidad.
Esta gratitud compártala con toda su familia, a la que reverencio de modo profundo. Que esté dichoso y saludable...
Suyo, A. Chejov.
1“Pasando por el fuego, el agua y los tubos de cobre”, alusión a la fórmula de los alquimistas para trasmutar los metales en oro.
2Mijaíl Gálkin-Vráskii, director de la Gerencia principal de cárceles, adjunta al Ministerio de asuntos internos.
3Alexéi Pleschéev recibe El Silvano el 17 de marzo, cuando, tras pelearse con A.M. Yevréinova, redactora de la revista, abandona la redacción de ésta.
4Fedra, tragedia de Jean Racine, estrenada en el Teatro Máli de Moscú el 30 de enero de 1890, en beneficio de M.N. Yermolóva.

Imagen: Vladimir Krylov, Temple of the Basil the Blessed, 1999.

jueves, 4 de marzo de 2010

Chejov a S.N. Filíppov


Petersburgo, 2 de febrero de 1890.

Le respondo por puntos:

1) A mi pregunta sobre su crónica del Dniéper, Suvórin1 me respondió que él no quiere publicar en invierno lo de verano.
2) Con M.A. Suvórin2 yo aún no me vi. Él tiene a sus niños enfermos de escarlatina, y está en su casa como en cuarentena.
3) Al final de su carta a Suvórin, usted pregunta si puede acaso escribir una respuesta3 a Las noticias; Suvórin dijo: “si agarrara y la escribiera... ¿qué preguntar ahí?” En lo adelante, por lo tanto, no pregunte, sino hágalo directamente.
4) Yo, en realidad, voy a la i. Sajalín, pero no sólo por los reclusos, sino así, en general... Quisiera borrar de mi vida un o un año y medio.
5) Llegaré a Moscú pronto, pero no se sabe cuándo. Me da pereza moverme del lugar.

Noticias no tengo ninguna.
¿Sobre qué más escribirle? Le escribiría, pero no hay sobre qué. Mi cabeza está vacía.
Que esté saludable. ¿Qué anda haciendo su vecina, Pupopupirúshkina4, la editora de versos? Mire, no se aficione.
Suyo, A. Chejov.
1Alexéi Suvórin, escritor, dramaturgo, periodista, autor de artículos políticos, dueño del periódico Tiempo nuevo y de la editorial Suvórin.
2Mijaíl Suvórin (hijo de Alexéi Suvórin, del primer matrimonio), director de los quioscos de libros de las estaciones ferroviarias, de la editorial Suvórin.
3Serguéi Filíppov había escrito a Alexéi Suvórin, director de Tiempo nuevo, solicitando su autorización: “En Las noticias apareció una réplica a mi artículo (Cicerones prosemitas) <...> Si usted lo encuentra necesario, yo puedo responder" (ZGALI).
4Valentina Popírnikova, editora de Pensamientos y sentimientos (M., 1886), antología de poesía rusa.

Imagen: Vladimir Kulikov, Artwork, 2008.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Chejov a M.P. Chejov


Petersburgo, 28 de enero de 1890.

Mísha, ¿en cuál fecha está empeñado mi billete? ¿Serie 9145 Nº 17?
Si el plazo es el 2 o 3 de febrero, pues tómale dinero a mamásha y ponlo por medio año más. Ya que el recibo está guardado en mi mesa, pues ruégale a Vólkov1 recibir el dinero sin el recibo, sino simplemente así, sobre el fundamento del certificado, cual haga por sus libros. El recibo yo se lo enviaré cuando llegue.
Llegaré yo, debe ser, no antes del 4 o 5 de febrero. Extraño terriblemente.
Con Gálkin-Vráskii2 ya casi todo está arreglado. La ruta de viaje: río Káma, Perm, Tiumén, Tomsk, Irkútsk, Amúr, Sajalín, Japón, China, Colombo, Puerto Said, Constantinopla y Odesa. Estaré en Manila también. Saldré de Moscú a principios de abril.
Una reverencia a todos los nuestros, y la seguridad de que extraño. Si no tienes tiempo para pasar por donde Vólkov, pues ruégale a Másha.
Me veo con María Vladímirovna y Vasilísa3.
Alexánder4 y su familia están saludables.
Tuyo, A. Chejov.
1G. Vólkov e hijos, oficina bancaria.
2Mijaíl Gálkin-Vráskii, director de la Gerencia principal de cárceles, adjunta al Ministerio de asuntos internos.
3María Kiselióva y su hija, Alexándra Kiselióva.
4Alexánder Chejov, hermano mayor de Chejov, escritor, periodista, colaborador del periódico Tiempo nuevo, autor de memorias sobre Chejov.

Imagen: Vladimir Kulikov, Petersburg of the night, 2008.

Chejov a M.V. Kiselióva


Petersburgo, 28 de enero de 1890.

¡Finalmente me fui, María Vladímirovna1! Quería verme con usted hoy, y pasear por Petersburgo a Vasilísa Panteliévna, pero no me alcanzó el tiempo, fui a despedirme. Trasmítale a Valentín Yákovlievich2 que yo le voy a agradecer en la misma carta, en que le describiré mi visita a Zenzínov.
Al Señor e Idiótik los veré, probablemente, antes que a usted3, y por eso les trasmitiré de su parte una reverencia, y les diré que está viva, saludable y que, como se expresó la condesa4, es una gigante moral.
¿Se quedó acaso satisfecha con mi regalo indio mi futura esposa5, de la que corro a Sajalín? Si no está satisfecha, pues le enviaré algo más, un muñeco japonés o por el estilo...
Con la esperanza de que usted y su hija dejarán de perseguirme (en caso contrario tendré que dirigirme a Gresser6), queda acobardado y huyendo.
A. Chejov.
Un saludo afectuoso a los Gólubiev7 y a Vladímir Petróvich8. A Vladislávliev trasmítale, que estaré en Tomsk en la primavera o a principios del verano9.
Si me escribe a Moscú, siquiera, una línea sobre su salud, pues le estaré agradecido hasta la tumba. No piense que soy hipócrita.
Olvidé preguntarle, ¿cómo vive10

1Chejov se marcha de San Petersburgo sólo el 7 de febrero de 1890.
2Valentín Yákovlievich Gólubiev, senador, cuñado de María Kiselióva.
3Alexéi Kiselióv, esposo, y Serguéi Kiselióv, hijo de María Kiselióva se encuentran por esos días en Moscú.
4Alexándra Kiselióva (Dúdina de nacimiento), condesa, esposa de P.S. Kiselióv, hermano de Alexéi Kiselióv.
5Alexándra Kiselióva, "Sásha", hija de María Kiselióva.
6Piótr Gresser, gobernador de San Petersburgo.
7Valentín Gólubiev y Nadiézhda Gólubieva, esposos, parientes de María Kiselióva.
8Vladímir Petróvich Biéguichev, padre de María Kiselióva.
9Mijaíl Vladislávliev (cantante del Teatro Bolshói, conocido de los Kiselióv) pide a Chejov que, cuando pase por Tomsk, vea a su hijo Serguéi Vladislávliev (arquitecto), quien vive en dicha ciudad.
10El final de la carta no se conservó.

Imagen: Vladimir Kulikov, Artwork, 2009.

Chejov a K.S. Barantsévich


Petersburgo, 28 de enero de 1890.

Vine a despedirme. Adiós, hijito, nos veremos, probablemente, en diciembre. Escriba. A todos los suyos mi saludo afectuoso.
Suyo, A. Chejov.
Imagen: Vladimir Kulikov, Alexander garden, 2007.