Llego a donde un conocido, encuentro una cena, muchos visitantes. Muy alegre. Me alegra platicar con las vecinas y tomar vino. Un estado de ánimo maravilloso. De pronto se levanta N. con una cara importante, como un fiscal, y pronuncia un brindis en mi honor. El mago de la palabra, los ideales, en nuestro tiempo, cuando los ideales se han apagado... siembren lo razonable, lo eterno... Yo tengo una sensación, como si antes hubiera estado cubierto con un gorro, y ahora me hubieran quitado el gorro, como si me estuvieran apuntando. Después del brindis chocan las copas, silencio. Se perdió la alegría. -Usted ahora debe decir algo -dice la vecina. -¿Y qué diré yo? Yo con gusto le tiraría la botella. Y me acuesto a dormir con un resabio en el alma. “¡Miren, miren, señores, qué imbécil está sentado entre ustedes!” En forma de interview: Yo no puedo de otra forma. Yo mismo me torturo. Conmigo está la hermana o la esposa.
Antón Chejov, del Librito de apuntes
Imagen: Piotr Alexándrovich Nilus, Portrait of the author Anton Chekhov, 1902.