viernes, 7 de agosto de 2015

Retazos de la vida moscovita

 
Al final del boulevard Sriétienskii, fue construido el otoño pasado un edificio extraño de color ladrillo, con unas ventanas enormes. Para qué éste fue construido, se desconoce. Las grandes ventanas oscuras miran a los pasantes de modo abatido, como ofendidas, la puerta está cerrada en estanco, de las chimeneas no sale humo… Todo eso atestigua que la casa extraña está deshabitada. Su designación es inentendible. Colgaron en ésta, una vez sin intención, el letrero Sala de lectura I.S. Turguéniev, y después, como asustados de algo, quitaron el letrero y clavaron una tabla en la puerta.
-Cochero, ¿qué hay en esa casa? -pregunté una vez al cochero, pasando cerca de la casa extraña.
-Se debe suponer, una cantina... -respondió el cochero-. ¡Y por lo demás, quién sabe! Si eso fuera una cantina o una taberna, la hubieran abierto hace mucho tiempo, ¿pero ves?, está cerrada…1

1El Calendario ruso del año 1886, de Alexánder Suvórin, informa que la Sala de lectura gratuita Iván Turguéniev es inaugurada el 27 de enero de 1885 (Anales rusos, pág. 255).
  
Título original: Oskolki moskovskoi zhizni, publicado por primera vez en la revista Oskolki, No. 3, 1885, sin firma.
Imagen: Www.pinterest.com, Abandoned Homes, XXI.