martes, 11 de agosto de 2015

Los mosquitos y las moscas


En una crestomatía francesa para niños de edad adulta, hay una sección de relatos de historia rusa.
Entre tanto, una biografía está intitulada: Jean IV, nommé Wassiliewitch pour sa cruauté (o sea, Joan IV, llamado Vasílievich por su crueldad).
¿Cuál tiempo no tienen en cuenta los sres. ingleses, al decir “el tiempo es dinero”?
El “nuevo”, por supuesto.1
Una dama, pasando por la vía férrea recién tendida, advirtió cerca de la caseta del guardián una media docena de niños.
-¡Asombroso! –exclamó-. La vía fue recién tendida, y el guardián ya tiene seis hijos.
El colmo de la agudeza: exponer al golpe la otra mejilla, cuando una ya recibió un insulto.
El colmo de la inocencia: pensar que si se otorga a la esposa una plena libertad, pues ella, aburrida de ésta, volverá a vuestros brazos.
El colmo del enamoramiento: enamorarse (se habla de las muchachas) de un cabrón, sólo por que su barba le recuerda la barba del novio muerto.
El colmo de la diversión: acostado en el ataúd, reírse de los "parientes" que buscan el testamento.
Cierto filólogo juvenil, la frase Les vaches étaient négligées,2 la tradujo así: "Las vacas estaban con décolleté".3 ¡Hum! ¡Un progreso!.. Para las vacas, por supuesto.
En el teatro se daba La sirena.4 El público, entre el que se hallaba A.S. Púshkin*, bostezaba. Púshkin no estuvo sentado hasta el final de la presentación. Durante la aparición de la misma sirena en la escena, se levantó y dijo para que todos oyeran: 

Esta sirena
Es seca como un palo,
Negra como un grajo...
¡Qué lástima esto!

y salió del teatro.

*Alexánder Serguéevich Púshkin, poeta que murió ya para el habitante bondadoso (N. del R.)
1¿Alusión irónica al periódico Tiempo nuevo, que paga poco o nada a los colaboradores, o simplemente a la época?
2Les vaches étaient négligées, las vacas fueron descuidadas.
3Décolleté, escote. 
4La sirena, ópera (música y libreto) de Alexánder Dargomízhskii, basada en la tragedia en verso homónima de Alexánder Púshkin.
 
Título original: Komari i muji, publicado por primera vez en la revista Strekoza, N° 30, 1880, escrito en colaboración, sin firma. 
Imagen: John Singer Sargent, Mosquito Nets, XXI.